Tener fe en tiempos difíciles
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y eso no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” – Efesios 2: 8-9


A lo largo de nuestra vida diaria, cada uno de nosotros experimenta situaciones difíciles. Muchas veces cuando pasamos por dolor o sufrimiento, nos sorprendemos de que estas situaciones encuentren un camino en nuestras vidas y olvidamos que Dios nos ha dicho que pasaremos por dificultades. Recibimos el don de la fe de Él y se nos enseña a usar este valioso fruto del Espíritu, pero muchas veces no lo hacemos. En tiempos difíciles o confusos, nos preocupamos rápidamente por ellos en lugar de tener fe.
La gracia de Dios nos ha dado el don de la fe, no porque lo merezcamos, sino como resultado de la eterna bondad de Sus obras. Es importante saber también que este regalo que se nos ha dado no es a cambio de que realicemos buenas obras. El aprecio por este regalo debe llenar nuestros corazones de humildad al saber que se nos ha dado algo que nunca podríamos lograr por nuestra cuenta.
Por qué tener el don de la fe puede salvarnos
“Por lo tanto, siempre estamos confiados, aunque sabemos que mientras moramos en el cuerpo, estamos lejos del Señor. Porque por fe andamos, no por vista.” – 2 Corintios 5:7
Cuando atravesamos dificultades, ya sean problemas financieros, relaciones dolorosas, problemas de salud o cuestionamiento de nuestra autoestima, es difícil para nosotros darnos cuenta de que Dios siempre está obrando en nosotros. Esto se debe a que, como humanos, usamos nuestra creencia en base a lo que vemos y no por fe, que es en lo que Dios nos dice que nos concentremos. 2 Corintios 5:7 nos dice que puede ser difícil confiar en Dios durante tiempos inciertos, pero como creyentes sabemos que Sus caminos no son nuestros caminos, y Él finalmente obrará todas las cosas para bien (Isaías 55:8-9, Romanos 8). :28).
Tener fe en tiempos difíciles puede permitirle encontrar paz en la presencia de Dios. Cuando eres infiel, puede endurecer tu corazón con orgullo y hacer que te alejes en tu relación con Él. Aprender a entregarle todas sus luchas y problemas a Dios puede quitarle una pesada carga de encima. Dios nos ha dado el don de la fe para que podamos usarlo para reconocer sus obras y no estar en constante preocupación cuando estamos rodeados de incertidumbres.
El regalo de la gracia de Dios
“Entonces, acerquémonos al trono de la gracia con confianza para que podamos recibir misericordia y gracia para ayudarnos en nuestro momento de necesidad”. – Hebreos 4:16
Otra cosa que olvidamos hacer en tiempos de necesidad es reconocer el regalo de la gracia de Dios para nosotros. Él nos ha dado esta misericordia inmerecida a todos nosotros al enviar a Su hijo a morir en la cruz. Necesitamos tener confianza y seguridad mientras nos acercamos a Dios con nuestras luchas, que cualquier cosa que Él decida que suceda es para nuestro propio bienestar. Si nuestras preguntas no son respondidas de la manera que esperábamos, en lugar de apresurarnos a juzgar y preocuparnos, podemos descansar en Dios al mantener nuestra fe en Su gracia infinita. Al final, no depende de nosotros cómo se resuelvan las cosas en nuestra vida, sino que es nuestro trabajo tener fe en Dios sin importar el precio. Si quieres que ore o quieres mayor informaciones por ti escríbeme